Aquí traigo un pariente de una pizza o una prima lejana de una empanada.
Dice Wikipedia:
“Se consume y elabora principalmente en las provincias de Gerona, Barcelona, Tarragona y Lérida, y consiste en una masa mezclada con escalivada, (pimientos y berenjenas al horno), a la que se le pueden añadir diversos ingredientes, como por ejemplo atún, cebolla, butifarra, aceitunas, tomate, arenque, etc.
Su origen es confuso, aunque algunos lo atribuyen a la época de la dominación romana de hispania, por su gran similitud con la pizza italiana y también se habla de su posible origen árabe.
Esta coca se puede consumir un día después de cocinarla y, aunque lo frecuente es hacerla en casa, también es muy común encontrarla durante todo el año en las pastelerías y hornos de Cataluña; (recapte es una palabra catalana que significa provisión). Originariamente se preparaba para las fiestas, porque es algo fácil de compartir y de comer a cualquier hora, de pie y con las manos, lo que permite saciar el hambre que entra al trasnochar y comer mientras uno baila o se desplaza para conversar con diferentes personas.”
Más parecida a una pizza pero como se trata de una base de pan con verduras y con sardina en mi opinión conserva gusto parecido a una empanada de sardinas. Tambien es parecido a una receta italiana denominada “Focaccia “. Discusiones a parte estos son los ingredientes:
- 300 grs de harina, yo usé mitad de fuerza y mitad normal
- 135 ml de agua
- 20 grs de levadura fresca
- 3 cebolletas
- 2 pimientos rojos y uno verde
- Una cucharada sopera de alcaparras
- Tres de aceitunas negras picadas
- Un bote de sardinas en aceite
- 2 dientes de ajo
- Sal, pimienta, orégano y aceite
Primeramente cortamos las cebolletas en tiras y las freímos muy despacio con una tapa puesta. De este modo la cebolla se va caramelizando poco a poco ya que la tapa impide evaporar el agua rápidamente que es lo que sucede al freír.
Yo tardé unos 45 minutos antes de que la cebolleta quedara con textura de mermelada.
En ese tiempo hago la masa. Uso un bloque de levadura fresca que suelo encontrar en Mercadona.
Entibio el agua y disuelvo la levadura en ella. Es importante no pasarse de temperatura del agua o mataríamos la levaura, tibio es suficiente.
Echo en el agua la mitad de la harina, sal al gusto (una cucharada de café) y pimienta (media cuchara) y revuelvo para crear un pasta pegajosa. Añado un chorro de aceite y sigo mezclando.
Añado el resto de la harina y amaso bien durante unos 10 minutos para que todo quede bien mezclado, con estas cantidades la masa no me ha quedado muy pegajosa así que no he añadido harina.
Dejo la bola de harina tapada con un trapo de cocina humedecido. Como estamos en verano y hace calor en mi cocina sólo he necesitado unos 45 minutos de reposo para que la masa doblara su volumen.
Cuando aso pimientos los suelo hacer enteros pero esta vez los partí por la mitad y los limpié de pepitas. A la izquierda se ve una mitad limpia y a la derecha sin limpiar.
FotoColoqué las mitades en una bandeja con un poco de aceite y puse el horno (gratinador) a 200 ºC unos 30 minutos.
Cuando estaban listos los saqué dejé enfriar y les quité la piel (en la foto todavía tienen piel) . No se puede dejar la piel ya que se nota mucho al comer, es conveniente invertir este tiempo para no estropear el resultado.
Limpios de piel, con la mano los rompo en tiras.
Los rehogo en una sartén con dos dientes de ajo picados.
Así queda la masa una vez fermentada, al tacto se nota muy esponjosa.
Cuando la masa está le doy una forma alargada con unos 5-6 mm de espesor, con este espesor, tras el horneado se forma un espesor de pan de unos 2 cm. Así que si os gusta con menos espesor final, el espesor inicial debería ser menos. Una vez dada la forma hundimos los dedos por la superficie para evitar que la masa suba mucho. En este paso podéis rociar la masa con más aceite de oliva, la cual quedará atrapada en los huecos que se dejan con los dedos, yo no hice este paso pero de este modo quedaría más sabor de aceite.
Las aceitunas negras que he comprado son deshuesadas y las alcaparras es el bote más pequeño que había en el super. Las alcaparras es un ingrediente poco usado, si se comen directamente del bote tienen un sabor a encurtido muy intenso pero una vez cocinadas queda un sabor agradable. Las sardinas que he usado son en aceite de oliva, pero naturalmente se puede usar sardinas frescas desespinadas.
Comenzamos montando capas, primero ponemos la cebolleta, esta capa da un sabor dulce riquísimo.
Continuamos con los pimientos.
Ponemos las aceitunas cortadas y las alcaparras muy, muy picadas.
Por último se colocan las sardinas y esparcimos orégano generosamente, creo que eché un par de cucharada soperas.
Se hornea con el gratinador a 200 ºC unos 20-25 minutos y es importante dejar enfriar antes de comer.
Una “pizza” con una masa más gruesa y con ingredientes bien buenos. Esta es la fórmula tradicional de coca recapte, pero como podéis imaginar se puede poner de todo, una base de verduras y encima lo que guste, atún , gambas, chistorra, chorizo criollo, morcilla, tocino…etc,etc.
Este es el aspecto final…
La verdad no me ha dado mucho trabajo, y se hace bastante rápido, lo sé porque mi hija de 6 meses estaba mirándome en la hamaca y no se me ha puesto a llorar :-). Si ,por ejemplo, utilizáis pimiento de bote el tiempo se recorta aún más. Lo que sí es interesante es hacer la cebolleta frita lentamente (y con tapa), una vez horneada da un sabor dulce y suave espectacular.
Se puede hacer de un día para otro y sigue estando bien.